D.O.F.

Pues ya está aquí, ya llegó... El día del orgullo friki!!!!!


Ojú, menuda noticia, porque resulta que otorgar un día a un orgullo implica que la gente se sienta orgullosa de pertenecer a un colectivo o una asociación... o un comportamiento, pero como yo al frikismo lo veo como una anarquía contemplativa, sin un exceso de participaciones comunitarias no anónimas, lo de dedicar un día a este asunto, como que lo veo un poco raro. Siempre merece la pena reconocer a aquellos que se empecinan en hacernos conocer el último tebeo manga, el último dispositivo que rompe huevos con electricidad estática, la última versión de Eye of the tiger en melodías de 8 bits, el programa de 30k que te borra el güindous y te instala el linux y así hasta el infinito. A mi me dicen friki mis amigos, pero yo creo que se equivocan, yo no le llego a los talones a un friki.

Por definición (wikipediasource), un friki es la persona interesada u obsesionada al menos con un tema, afición, o hobby en concreto. Siempre he admirado a quien puede llevar algo así de forma constante, porque coleccionar sellos sin aburrirse, recolectar chapas de cerveza hasta la saciedad o algo tan simple como la fotografía, para mi se hacen discontínuos y con fecha de caducidad. Y es que mi vida está marcada por temporadas de aficiones que iban y venían, pero rara vez se quedaban. He coleccionado sellos, cromos, monedas, tebeos, he intentado aprender a tocar la guitarra, construir aviones de aeromodelismo... y todas eran abandonadas antes o después, con un distinto grado de satisfacción o completitud. Las cosas han evolucionado un poco acorde con la tecnología o la facilidad de encontrar más fácilmente algo que antes, si no lo había en tu barrio, podías ir dándote con un canto en los dientes o pedirlo por correo si lo encontrabas... y rezar. Pero ahora si coleccionas tazas con forma de morsa, puedes cambiarle a un chino un ejemplar para tu colección a cambio de un par de guantes con el escudo del Cádiz C.F.

Sin embargo, la capacidad de aguante de un friki para perseguir un artículo de su colección, la intensidad con la que llevan a cabo sus actividades, el gusto hasta la jartura por aquello que le interesa, pese a parecerme cerca de la obsesión y ser un poco bastante enfermiza, me parece muy loable, al menos sabe lo que le gusta y lo lleva a cabo... y no lo deja.

Mis pasiones fueron desapareciendo menos las que puede tener más de uno: música, batería, juergas, libros, playa y mujeres. Estas las conservo y me sirven para planificar el resto de mis tareas. En breve me tendré que iniciar en el bricolaje, pero bueno, es un mal menor para poder habitar la casa-zulo que algún día me entregarán, lo sé, algún día. Aparte de eso, supongo que habrá fiebres eventuales que me empujen a iniciar algún hobby, pero vamos, la experiencia es un grado, a ver si pa la próxima me centro más en los habituales.

Pues nada... enhorabuena a esos frikis, orgullosos de serlo.