domingo, 20 de mayo de 2007

Con toda mi admiración



Es habitual encontrar críticas contra el canon que nos ha impuesto la SGAE con la ayuda de sus amiguitos en el poder, son críticas apasionadas, apoyadas en bases lógicas, puras y racionales, se apoyan en la libertad de tener acceso a la cultura, el asombro ante la criminalización de todas las personas por el hecho de necesitar un soporte para almacenar información, el injusto reparto de los beneficios generados, las tácticas mafiosas que emplean para su recaudación, el monopolio que ejercen en su terreno... podría seguir, pero suena manido y cansa gritarle a un sordo, esas razones parecen no ser suficentes en un diálogo entre personas y los interesados.


Hay personas excepcionales que velan por las partes afectadas, de forma interesada visto de una forma u otra, pero pocas veces se ve un desarrollo tan bien respaldado por la ley, estructurado de forma que, pienso, es irrebatible y debería tomarse muy en serio para lanzar una réplica legal a esta pantomima que han montado los señores que se creen gestores de la cultura.


El texto es de Guillermo G. Ruiz Zapatero
Este es el enlace.


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