Dame un eurito pa bronceador, anda, jaaaaa...

Ya no se salva nadie... si es que de donde menos se lo espera uno, le sacan una ruina. Ellas y ellos, pensando que estaban to monos y estupendos cuando iban a la playa a ponerse morenos y ahora resulta que los tachan de adictos a los rayos ultra violetas... ¿a dónde vamos a parar? Si, señora, tomar el sol provoca adicción a los rayos UVA. Lo han dicho los científicos, esos señores con batas que no salen de su laboratorio nada más que para darle malas noticias acerca de los hábitos de su Yeni o su Yosuah. Dentro de poco encontraremos grupos de madres manifestándose en la puerta de los solariums y tirando piedras a las cabinas de rayos UVA al grito de ¡CA-ME-LLOS!¡CA-ME-LLOS! y personas que dicen que se van a fumar un cigarro y se suben a la azotea a tomar su dosis diaria a pecho descubierto. Habrá que ir a comprarse un bañador a escondidas y las cremas bronceadoras serán el equivalente sintético a tan natural adicción... qué situación...

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Y para ser un poco friki, además de un adicto (la foto es de esta dirección).

Es que cada vez hay que reunir menos requisitos para ser una droga. Yo desde luego, sigo creyendo firmemente que las monedas de regaliz rojo pertenecen al grupo de las drogas que más dependencia generan... espero que tarden en catalogarla como tal.

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