domingo, 17 de diciembre de 2006

Ya no me siento raro.


A veces una mirada llena tu alma,
lo que hace que te replantees
eso que bloquea y obceca la cabecita,
ganando la batalla a la apatía,
riéndote de todo y olvidando la desidia.
Ímprobos pensamientos que se esfuman.
"A veces" podría ser suficiente, pero ella lo hace siempre.

la espera ha llegado a su fin...

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