lunes, 2 de octubre de 2006

La menestra de (in)cultura

Dios salve a la menestra:

El otro día estaba tan ricamente la señora en un encuentro para las Políticas culturales en relación al libro y la lectura, que bien pudiera haber sido precedido por un desayuno a base de carajillos, comida precedida por cocktails o merienda a base de crema catalana, porque las perlas que soltó aquella señora por la boca, no tienen desperdicio:

En referencia a la situación actual en la promoción, defensa y apoyo de la cultura dejó caer un simpático y sonoro "los gestores de la cultura debemos hacer cosas más llamativas" en defensa de esa cultura, que no está nada mal, pero que nada mal (el problema sería que fueran llamativas, inútiles y con nuestro dinero, como de costumbre), el problema en sí sobrevino cuando anunció que, en unas semanas, Bill Gates viajaría a España para recibir el Premio Príncipe de Asturias y "le pediré el dominio de la Ñ en la red".

Como diría el de Ubrique: IM-PREZIONANTE

Eñe

Si nuestra ministra cree que Internet es de Bill Gates o que la gestión de la misma corre a cargo de él (dio a entender que pedirá que se incluya la Ñ en los dominios, no que se la regalase, que tampoco me habría sorprendido mucho más a estas alturas), o ha tenido un lapsus la buena señora o pensaba que se estaba refiriendo a los tres reyes magos, pues bueno, eso sí que es llamativo. Pobrecita cultura a manos de sus gestores embargados por la emoción (y el orujo??).

Aparte de no estar muy bien informada, porque posiblemente no venga el hombre en cuestión por problemas de agenda, pensó que no estaría mal cerrar la actuación con otra coletilla más de esas que no aporta nada en absoluto: "No podemos perder el dominio de la Ñ, que casualmente es la letra que está la palabra español" que quita el sentío. Bueno, al menos no se equivocó en eso.

Desde luego, añadió otras lindezas del tipo Es muy difícil leer en los tiempos que corren, porque van en contra de la rapidez y la competitividad de nuestro mundo de hoy, tiene perlas a montones, y en una persona cualquiera no me extrañaría, en mi profesión se oyen muchas burradas, pero digamos que se trata de la ministra de cultura de nuestro gobierno, "asesorada" por elementos que pagamos entre todos...

Y hasta ahí puedo llegar antes de que me embargue la emoción y lo ponga todo perdido de lágrimas, babas y demás fluidos corporales. Voy corriendo a pedirle a Bill Gates un curso para lectura rápida. A ver si cuela y me lo echan este año...

hasta pronto, chavalines.

No hay comentarios: