lunes, 10 de julio de 2006

Un día cualquiera (nótese la fina ironía)




Otro lunes, otro más. Después del fin de semana cualquiera se adapta de nuevo a la "rutina". No estaría de más cambiar un año de rutina por un año de mala vida, pensamiento que me viene cada domingo por la tarde cuando tengo que afrontar la caravana de vuelta a Sevilla... y yo que me pregunto... ¿de qué sirve un bmw 735 cuando no puedes tumbarte a la bartola esos domingos con puesta de sol a la sombra de un mojito? Mucho aparentar, mucho cochazo por la autopista... pero chapando los lunes bien tempranito. A mi no me compensa el cambio, la verdad. Nunca he sido tan feliz como con mi pandita descapotable, a excepción de la seguridad y blablabla, pero claro, uno no puede exponerse a que te venga de frente el cochazo de un pseudo empresario con los tres lingotazos de después de comer y se te lleve por delante... al menos habrá que hacer el envite más "llevadero".

Pues al grano. El verano ha llegado, aunque no para todos, uno tiene que cotizar hasta los 65, si algún politicucho clarividente no lo remedia y nos alegra la vida con cinco o diez años más de explotación para poder sobrevivir lo poco que nos queda tras el "jubileo", que volvemos a lo mismo, al cambio no compensa. Los lunes son así, pocas caras alegres desde por la mañana, aunque dentro de lo que cabe, uno ha tenido suerte, los compañeros son geniales y se lo toman con filosofía y hasta con un buen humor envidiable. Ahora, a esperar el acaecer de los martes, que no suelen ser mucho más amenos, pero, al menos, se avista el viernes de más cerca.

A quien quiera trabajar
con esfuerzo desmedido
que me lo aten a un mastil
a un abeto (incluso a un pino)

que me cuente las vivencias
tras diez años de entregarse
si se siente valorado
cuando se vaya a la calle

si le compensa el esfuerzo
y la horas invertidas
que se vaya a un loquero
cuando le queme la vida

"pan de hoy" ya nos lo dicen
los mas viejos del parque
cuando el sindicato pasa...
...y los funcionarios, de arte

2 comentarios:

José Ignacio Montoto dijo...

Hay un quejica en sevilla
que cuando llega el verano
se desespera en una silla
de tanto usar el teclado.

Tranquilo señor Manolo
que el descanso se aproxima
y pronto partírás al reposo
de tu playa del palmar y su orilla.

Mientras tanto a currar un poco
y yo aquí desde cordobita
me solidarizo con tu desgozo
y me piro a la piscinita...

Quejica!

GaLa® dijo...

plas, plas, plas.

aplausos varios.

Menos mal que mañana es miércoles.