Gracias por mentir... LADRONES

La política del miedo y la amenaza es una moneda de uso corriente en algunos mundillos, en la Mafia por ejemplo, tenían montado un tinglado con la patraña de la protección: la Mafia te protegía de la Mafia. Era un negocio redondo, ya que no tenías que gastar efectivos para cometer actos delictivos, porque te pagaban para no cometerlos. En la actualidad la Mafia sigue existiendo, no es raro saber de la existencia de algún chuloputas, o de multinacionales que obligan a empresas de países desfavorecidos a resolver sus enormes deudas a paso de hormiga, ya que el precio lo marca el primero.

Así que podemos citar, por fin con todos los argumentos necesarios, a una entidad que aunque era un grupo opresor, con privilegios excesivos y con demasiada mano entre las clases políticas (al margen de la democracia) no se podía definir como los ánimos lo requería, por eso de que ellos van de legales y que la justicia les apoyaba, por fin pueden utilizarse las palabras que si encontraban en un blog, foro o página web, por boca de sus abogados, iban a terminar en querella contra todos y cada uno de los que mancillaran su honor (sonora carcajada) y su imagen.
Ahora, casi un año después de que la SGAE cobrase, ilegalmente, el 10% de la recaudación de un concierto benéfico para niños saharauis, después de retractarse de su error, después de que Comisiones Obreras le recordara la deuda que tenía, la SGAE sigue sin pagar, por lo tanto, hay tres apelativos que con todo mi cariño tengo el permiso, si no legal, al menos moral de aplicar sin miedo a represalias.

SGAE MENTIROSOS. Por no cumplir con vuestra palabra (no tenéis honor).
SGAE MOROSOS. Por deber el dinero que cobrasteis y nunca devolvisteis.
SGAE LADRONES. Por coger un dinero que no era vuestro contra la voluntad de quien lo debería recibir.

Hala, si pensáis que es una falta al honor, que sepáis que es una definición en toda regla.

Bonus track: lista de maniobras turbias perpetradas por la SGAE.